Seguimos enredados en debates de hace treinta años. Menos mal que siempre nos quedará Alemania.

En mis muchos años de aficionado solo escuché el himno por la asistencia de algún miembro de la Familia Real.

Corran a buscar la túnica en el altillo porque, como diría el pregonero, ya está la primera en la Campana.

La vigente norma aplicable puede gustar mucho, poco o nada (es mi caso), pero está confirmada por el Constitucional.

El problema social y económico tiene serias posibilidades de convertirse en un problema político y electoral.

Temo ciertas actitudes que pierden el tiempo en defender causa que son difícilmente defendibles en la sociedad de hoy.

Tanto tiempo después, y viendo a los que le han sucedido en el puesto, no deja de ser uno de los nuestros.

La única razón que le obliga a dejar su amado Barcelona es la misma de siempre: el poderoso caballero don dinero.

A los que somos futboleros, este empacho de competición en su mejor versión nos sirve además de cura de humildad.

Ha sorprendido, además, la relativa tranquilidad con que el PP nacional ha acogido las críticas de Vox.